jueves, 18 de febrero de 2010

¿Qué entendemos por Prevención de Riesgos y Administración de Desastres?



Comencemos por definir ¿Qué se entiende por Prevención de Riesgos?
La probabilidad que un peligro (causa inminente de pérdida), existente en una actividad determinada durante un periodo definido, ocasione un incidente con consecuencias factibles de ser estimadas.
También lo podemos entender como, el potencial de pérdidas que existe asociado a una operación productiva, cuando cambian en forma no planeada las condiciones definidas como estándares para garantizar el funcionamiento de un proceso o del sistema productivo en su conjunto.

Administración de Desastres: Es el cuerpo de las políticas y decisiones administrativas y actividades operacionales que pertenecen a las diferentes etapas del desastre en todos sus niveles. Esta sustentado en el conjunto de conocimientos, medidas, acciones y procedimientos, que juntamente con el uso racional de recursos humanos y materiales, se orientan hacia el planeamiento, organización, dirección, ejecución y control de las actividades que permitan evitar o reducir los efectos de los desastres sobre las poblaciones y las infraestructuras de servicios y productivas.

Las fases en la administración de desastres

Las acciones y tareas realizadas para la administración o manejo de desastres son permanentes en el tiempo y en el espacio, conformando un ciclo comprendido por tres fases:
La Prevención, que comprende las medidas y acciones diseñadas para evitar o reducir el desastre;
El durante, constituida por el conjunto de actividades y medidas utilizadas durante e inmediatamente después de ocurrido el desastre para minimizar sus efectos, comprende también la rehabilitación; y,
El después, conformada por acciones para la recuperación del estado previo al desastre
En los últimos años, en Venezuela hemos vívido con profundo pesar, la ocurrencia de un gran número de eventos que se pueden catalogar de acuerdo a su magnitud y efecto como Desastrosos, con características devastadoras para la vida y bienes de nuestra Población y a nivel de todo el Territorio Nacional.
Estos eventos de origen principalmente natural, han tenido las más diversas características, afectando a distintos sectores de la Comunidad, al mismo tiempo, se ha evidenciado un incremento significativo en la frecuencia de tales eventos, como consecuencia del gran desarrollo Tecnológico e Industrial, por factores climatológicos que escapan de la responsabilidad gubernamental y por la ausencia casi total, con algunas excepciones, de personal profesional capacitado en dicha área.

La evaluación e investigación de los desastres ocurridos ha demostrado en términos generales las siguientes conclusiones:

1. Las causas más comunes de los eventos Técnicos están relacionadas al no cumplimiento de las Leyes, Reglamentos, Normas y procedimientos de Seguridad y Protección, que rigen lo relativo al diseño, instalación, mantenimiento, manipulación, almacenamiento y uso de equipos, sistemas, materiales, maquinarias e instalaciones en general,

2. El grado de afectación producido por los eventos Naturales sobre la Infraestructura Urbana, Industrial y sobre la Población, están relacionados a la no existencia de una estructura rígida en cuanto a ordenamiento y permisologia urbana se refiere, la falta (hasta hace poco) de un Sistema de Mitigación y Atención de Emergencias, que rigiera lo relativo a reducir el grado de vulnerabilidad en virtud a las amenazas existentes y a la creación de una Cultura de Emergencia en la Población, que sin darse cuenta construye y permite construir riesgo.

3. En la etapa de respuesta a los eventos ocurridos, se ha evidenciado por parte de las Autoridades Competentes serios problemas de planificación, coordinación, disponibilidad y gerencia de los recursos existentes, tanto materiales como humanos para la eficiente administración, ejecución y seguimiento de la labores post-impacto y por supuesto de las gestiones pre-evento en casos de alerta temprana, lo que en algunos casos ha resultado en agravante de la ya critica situación, lo que hace urgente la capacitación de personal profesional en el área de Control de Riesgos y Administración de Desastres.

En conclusión, es manifiesta la falta de una plataforma que permita definir Planes, Estrategias, Actividades y Metas a corto, mediano y largo plazo en lo que a la Administración para Casos de Emergencia se refiere, lo que crea además un adicional nivel de vulnerabilidad sobre cada uno de los Estados Venezolanos.



LAS 5 ACTIVIDADES BÁSICAS PARA LA ADMINISTRACIÓN DEL CONTROL DE RIESGOS.

I- Identificación del trabajo.

Especificar los elementos y actividades para lograr los resultados deseados.

Para donde queremos ir, consistente con la visión corporativa y partiendo de los riesgos específicos que se tienen, y las necesidades particulares de la gente y la cultura de la organización.

S- Estándares (Normas).

Establecer los estándares o normas de ejecución (criterios por medio de los cuales se evaluarán los métodos y los resultados).

Deben ser claros, específicos y exigentes para cada uno los aspectos claves que se tengan.

M- Medición.

Medir el desempeño, registrar e informar, tanto el trabajo en desarrollo como el trabajo ya finalizado.

No es posible administrar lo que no se mide, la medición del desempeño es la parte central del control administrativo. Permite administrar en función de hechos y no por impresiones o corazonadas.

Medir para controlar los riesgos nos evita tener la necesidad de los accidentes o las perdidas para ahí sí reaccionar. Nos permite controlar en lugar de reaccionar.

E- Evaluación.

Evaluar el desempeño midiéndolo y comparándolo con los estándares establecido; ponderar el trabajo y los resultados.

En qué grado se ha cumplido o no uno o varios estándares, qué funciona bien y qué requiere mejorar.

C- Correcciones y crear ambiente que estimule la motivación.

Regular y mejorar los métodos y resultados, estimulando el desempeño deseado y corrigiendo en forma constructiva el desempeño subestándar.

La retroalimentación para consolidar, corregir y/o complementar es fundamental para avanzar hacia donde queremos. Igualmente reconocer los comportamientos diarios y reforzar las actitudes deseadas es fundamental para establecer un ambiente que estimula la motivación de los trabajadores.